Prisioneros Fanfic
martes, 6 de noviembre de 2012 | 17:23 | 0 Rain[s]
Prisioneros. Fanfic Kain el preludio
Autor: Josita Miranda
* Alto ahí – gritó una Gin- ¡No puedes estar aquí y lo sabes maldito mocoso!
Me quedé estático ante el grito de la mujer de gafas y traje negro junto a la puerta del cuarto de Kain y la comida que llevaba entre mis brazos quedó aun mas apretujada contra mi pecho, maldición, esas mujeres no podían estar ahí todo el día, ¿O sí? ¿Es que no tenían que hacer cosas de mujeres? No es como que nos fuera posible escapar de ese lugar…
* Yo solo quiero ver a Kain – dije masticando cada palabra – no ha comido nada porque ustedes lo tienen encerrado ¡Déjenme pasar!
La guarda espaldas, o como yo la llamaría, la carcelera, me miró altivamente, yo no era nadie para ella, podría matarme de un golpe y lo estaba considerando bastante. Pero yo no podía dejar morir a mi hermanito dentro de esa apestosa habitación, tenía que luchar por él…
* Por favor – rogué- él debe de tener hambre… No puede comer porque está solo…
* ¡Ya le han llevado el almuerzo, así que vete!
Sentí un fuerte dolor en las costillas por la patada que me acababa de dar esa bruja, mierda, ¿Por qué no podía ser más fuerte? ¿Por qué me sentía atado a la furia y no hacía nada para calmarla? Es cierto… Ya lo sabía…
* ¡Déjalo entrar vieja amargada!
El cabello rojo de mi hermanito me cubrió la mirada durante un momento, frente a mí, con las manos extendidas, Kain me protegía con su cuerpo, rayos, las cosas no tenían porque ser así, yo debía de protegerlo a él…
La guarda espalda apretó la mandíbula pero no hizo nada para detener a Kain que me ayudaba a entrar a su cuarto, era una de las pocas ventajas de ser “Oriol”, Kain no revelaría nada a cambio de tenerme siempre a su lado… Pero aun así seguía siendo un precio muy alto, y la recompensa muy baja…
* ¡Cris, tarado! ¿Por qué tardaste tanto?
* Lo siento, pero sabias que era necesario entrar por el frente esta vez…
El pan que llevaba colgaba entre mi doliente costado y mi brazo derecho se resbaló pesadamente y me sentí algo mareado…
* Pudiste haberte metido por la ventilación – me reprochó mientras recogía el pan-
Kain me sostuvo la mirada, que poco a poco se volvía triste, no le gustaba que me fuera mucho tiempo de su lado, pero si no lo hacía, no podríamos estar completamente juntos…
Le di un vistazo a la ventilación que estaba en el baño, por ahí salía y entraba sin ser visto durante mis expediciones a la cocina, pero tenía que ser usado con moderación porque corríamos el peligro de que lo encontraran y se dieran cuenta de mis visitas clandestinas al cuarto de mi niño…
* No te enojes calabaza… - le dije abrazándolo por atrás – recuerda que tengo que dejarme ver alguna vez durante el día, si no ellas se darán cuenta de que paso aquí la noche y me encerrarán definitivamente…
* Ya lo sé Cris, pero tardaste mucho
Sus manos se aferraron a mis brazos que le rodeaban los hombros, podía sentir su inseguridad, sus ganas de huir, de ver a su familia, de ser libre, de volar… Y por esas restricciones más un año de ser prisioneros en esas paredes llenas de odio es que la chispa de la vida de Kain se estaba extinguiendo, al principio pensaba que era “Una princesita mimada” que hacia cualquier estupidez para llamar la atención, pero luego, hoy, ahora, todo eso murió, y un niño falta de amor se mostró ante mi…
“¿Serás capaz de vivir un poco mejor con mi amor? ¿Te bastará?”
* Soy un poco egoísta – dije – pero por favor, no estés triste, vamos a comer…
Las pequeñas manos que me sujetaban se pusieron rígidas de repente y cayeron lánguidamente a sus costados, el pánico que había sentido el día de la elección de la nueva líder de las Gin me llenó de nuevo, lo sentía recorrerme la espalda…
* Lo siento – sollozó mi niño- tenía hambre y no venías…
* ¡Maldición Kain!
II
Cris, yo tenía mucha hambre, ya habían pasado dos horas desde que vinieron a dejarme el almuerzo y tres desde que fuiste por el pan, se que ya habíamos hablado de eso, de que no debía de comer lo que me trajeran, porque podía estar envenenado como los primeros días, y se también cuanto te dolió la semana que estuviste con fiebre alta porque tu instinto de guarda espalda hizo que me quitaras la cuchara de la boca…
¿Pero sabes? ¡Yo no soy una princesa! Puedo sobrevivir solo… ¿Pero sabes otra cosa? Realmente sufrí al verte el rostro lleno de dolor, esa semana me permitieron estar todo el tiempo a tu lado, y te prometí contra mi voluntad que no comería nada de lo que me dieran por más que tuviera hambre, porque me lo pedias con ojos suplicantes y llenos de lagrimas.
Hay otra cosa que debes saber, me comí lo que me trajeron más por morir que por hambre, si yo muero tú podrías ser libre, ya no tendrías que estar aferrado a mí y mi existencia no molestaría a nadie más…
* Soy un poco egoísta – dijo Cris con voz dulce – pero por favor, no estés triste, vamos a comer…
* Lo siento – estaba triste pero no me arrepentía- tenía hambre y no venías…
* ¡Maldición Kain!
Las manos de Cris se asieron a mi barbilla y nuestros labios chocaron en algo que no se podía llamar un beso, pero el sentimiento de invasión podría ser el
mismo, el rostro de Cris estaba húmedo y sus labios estaban salados, como su lengua…
* ¿Qué rayos estás haciendo? – le dije empujándolo-
Mi respiración errática y el shock del momento provocaron que Cris fuera a dar al piso, tenía una mano cubriéndose el rostro, la otra estaba aferrada a su costado… Me lancé al suelo cubriéndolo en un abrazo, lo había lastimado, le dolía…
* No hay rastros de veneno en tu saliva – me dijo quedamente- no estaba envenenada la comida… - y estalló en sollozos- ¿Por qué me haces esto tarado? ¿Es que no quieres estar conmigo? ¿Por qué quieres alejarme de tu lado? ¿Ya no te dije que estaría contigo por siempre?
* ¿Eso significa que no era un beso?
Mi tono triste me hizo sorprenderme y saltar de la calidez en que la que Cris me aferraba, el rostro del tarada no podía ser peor, no tenía que ser tan obvio, me estaba avergonzando mas…
* Lo siento Calabaza… - dijo mientras me mostraba una de las sonrisas mas tiernas que le habría visto- pero si quieres…
* ¡NO QUIERO NADA! ¡SUELTAME QUE SE ME PEGA LO HOMO!
Me solté y me fui corriendo hasta estrellarme en el mullido colchón de mi cama, me eché la sabana encima y me convertí en un taco humano, un humano muy rojo…
No paso mucho para que Cris me siguiera y se acostara a mi lado, sujetándome fuertemente por la cintura, ¿Quién se creía que soy, su mujercita?
No, eso no importaba, encerrados como estábamos, no tenía derecho de quejarme mucho de mi compañero, estaba feliz con la temperatura de su cuerpo, la respiración acompasada que acariciaba mi cuello y mi oreja y la mano que me sostenía firmemente, la mano que no me iba a dejar ir lejos…
Pero no lo iba a admitir, no lo iba a admitir, porque aunque no lo hiciera, estaba seguro de que Cris entendía, él entendía, lo que siento por él… más que evidente por el beso que nos dimos debajo de las sabanas segundos después de que me abrazara…
FIN
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Este es un fanfic que Josita Miranda ha hecho inspirada en mi historia Kain el Preludio
Es un verdadero honor que a alguien le haya gustado tanto mi historia cómo para hacerle un tributo así ^///^
¡Gracias Josita!